Reformamos esta casa con antigüedad de casi 100 años, para modernizarla por completo.
Partimos de una vivienda con 2 alturas con cubierta inclinada de teja, donde la protagonista es la escalera que recae en el salón central.
Reforzamos la estructura y renovamos la azotea para evitar humedades y filtraciones.
Redistribuimos las estancias, eliminando la escalera central para así ampliar el espacio de cocina y salón y mejorar la eficiencia energética del edificio.
Por último, la fachada en la que hemos utilizado colores suaves combinando blanco y gris, con las rejas en negro. Queda perfectamente integrada y a la vez dentro de mantener la estética se ve moderna.